Desde hace algunos años, los gobiernos tanto nacionales, departamentales y locales han apostado por la educación y han empezado a invertir cada vez más para mejorarla, no obstante aún queda mucho camino por recorrer, pues las necesidades en este ámbito son muchas y cada día crecen más.
Si bien las alcaldías, como la cruceña por ejemplo, dotan cada año a la región de decenas de unidades educativas bien equipadas, es necesario que estas estén acompañadas de recursos humanos, es decir maestros que dirijan a los miles de alumnos que pasarán por estas nuevas y relucientes aulas.
Según la Federación de Maestros Urbanos, solo en la ciudad se necesitan al menos 2 mil maestros para materias normales y otros 3 mil para las ramas técnicas implementadas en la nueva ley. Es cierto que estas necesidades son muchas, pero hay que ver a quiénes se los coloca en estos espacios.
Cada año, las huelgas, marchas y bloqueos en las afueras de las normales por alumnos aplazados dejan mucho que desear y dan a pensar de cómo se están educando esas personas que después educarán a nuestros hijos. Hacemos esta reflexión porque es entendible que para exigir también hay que dar de su parte y en el tema de formación académica, con estas marchas o “nuevos profes” que pasan las materias con 51 de nota promedio, nos demuestran que no hay muchos maestros aptos para que ingresen en esos nuevos ítems que piden.
Los estándares de la enseñanza para los futuros maestros deberían ser mayores, ya que la educación que ellos reciben es la que darán a nuestros hijos, con la que se formarán futuros profesionales.
Así como exigen a las autoridades mayor inversión en educación, como maestros también deben invertir en educarse más y formarse mejor cada día, no solo para salir de la normal.